Tras dejar atrás el pensamiento de hablar sobre empezar a cuidarse partir de los 40, y que es algo exclusivo del sexo femenino, debemos ser conscientes de que el paso del tiempo es inevitable tanto para el hombre como para la mujer y, es lógico que aparezcan signos que marcan el envejecimiento en ambos, pero no hay que llegar a edades avanzadas para que las primeras líneas de expresión, manchas y algunas incipientes (ejemplo poros más dilatados) se hagan evidentes.
De hecho, es a partir de los 25 años, cuando todos, y en especial las mujeres, experimentamos una pérdida natural del colágeno (responsable de aportar elasticidad y firmeza a nuestra dermis) y otros elementos liftantes, que ya no se compensan con nuestros mecanismos fisiológicos.
Cada persona es única y de igual modo también lo es su piel.
Entonces, ¿a qué edad concreta debemos empezar? La decisión es personal, pero en MED desde siempre apostamos por la prevención.
Prevenir el envejecimiento
Para empezar, hemos de comentar que “el mejor cosmético” para prevenir el envejecimiento prematuro, es un buen protector solar. Debemos emplearlo tanto en lo meses de invierno, como en la época estival, y en especial en zonas como la nuestra, donde la exposición a las diferentes radiaciones solares el alta prácticamente todo el año.
Los fotoprotectores han evolucionado tanto en los últimos tiempos, que con sus nuevas tecnologías nos dan ya una cobertura 360º frente a radiaciones UVA, UBV, IR y Luz azul (las pantallas). Se ha demostrado que estos tipos de radiaciones, junto con el exosposoma, y la suma de factores tanto internos como externos, no genéticos (tabaco, estrés, clima, alimentación, etc…) favorecen el aceleramiento del envejecimiento.
A pesar de cuidar nuestro cutis, el paso del tiempo es inexorable y en consecuencia las arrugas, la flacidez cutáneas y la deflación de los tejidos harán acto de presencia en algún momento.
Pero cierto es también que podemos prevenir su aparición temprana, si empleamos una correcta rutina de belleza en casa, con productos dermocosméticos adecuados, teniendo en cuenta el tipo de piel y necesidades individuales de cada persona en función claro está de la edad que se tenga.
Llega un punto en que los cosméticos no son suficiente, pero ¡que no cunda el pánico!
¿Cómo prevenir el envejecimiento?
Donde no llega la cosmética para mantener un rostro, cuello y escote rejuvenecidos, la Medicina Estética propone tratamientos mínimamente invasivos para mantener tu dermis cuidada y retrasar la aparición de las arrugas y signos de la edad o minimizar las ya existentes.
¿Cómo? Mediante potenciadores cutáneos.
Tratamientos contra el envejecimiento
Skinbooster. Tratamiento ideal si es la primea vez que vas a tener toma de contacto con la Medicina Estética. No pretende aportar cambios de volúmenes al rostro, sino devolverle la hidratación y luminosidad, la elasticidad y firmeza y ese aspecto de piel suave, redensificándola desde el interior y, mejorando incluso el tamaño de los poros; para un aspecto natural, luminosa y fresca.
Soft-Tox o Baby Botox®. Con pequeñas cantidades de toxina botulínica (botox®) conseguimos endulzar las arrugas profundas de expresión, tanto frontales como perioculares, sin paralizar en exceso o bloquear la musculatura de la expresión. Un rejuveneciendo del tercio superior del rostro sin tener que renunciar a mantener la naturalidad.
Cuando las arrugas se ven más acentuadas o se hacen más evidente el cambio de nuestro ovalo facial por motivo de la perdida de grasa medial y/o superficial, propio en edades más avanzadas, lo que vemos es una deflación o flacidez (pérdida de volúmenes), es este el momento de recurrir a los fillers (rellenos de Ácido Hialurónico) o inductores de colágeno (hilos tensores, ácido poliláctico, caprolactona, hidroxiapatita de calcio etc…)
Bien es cierto que la Medicina Estética nos va a ayudar contra los síntomas del envejecimiento; pero tiene sus limitaciones. Es entonces donde podemos pensar en recurrir a la Cirugía Plástica. Los avances en esta especialidad, empleando técnicas menos invasivas ha conseguido minimizar el post operatorio, siendo estos mucho más livianos y llevaderos para el paciente, pudiéndose incorporar a la vida cotidiana en cuestión de días.